domingo, 15 de marzo de 2015

Sabías que la fructosa natural puede ayudar a controlar el azúcar en la sangre.


La fructosa, que no es más que la azúcar natural que se encuentra en las frutas y verduras, por años se le ha visto como la causante de la obesidad, afirman  investigadores Canadienses.

En recientes estudios se ha detectado que el azúcar natural de las frutas y verduras no es “toxica” no causa aumento de peso a diferencia de cualquier otro tipo de hidratos de carbono cuando es consumido en excesos, esta fructosa no afecta la presión arterial e incluso puede ayudar a controlar el azúcar en la sangre cuando se consume normalmente sin excesos. Esto según estudios realizados  en donde se compararon diferentes fuentes de hidratos de carbono.

Estudios revelaron lo siguiente:

La fructosa no tuvo un efecto importante sobre el peso corporal según un análisis  de 31 pruebas en individuos con las calorías controladas. El exceso de calorías provenientes de cualquier tipo de hidratos de carbono contribuye al aumento de peso.
La fructosa no tuvo ningún efecto adverso sobre la presión arterial en comparación con otros tipos de hidratos de carbono en un análisis obtenido  de 15 pruebas.
10 gramos de Fructosa por ración ayudaría al control glucémico (control de azúcar en la sangre), según el análisis obtenido de seis ensayos.
Según últimos estudios advierten que la dosis de alta fructosa como la que se encuentra en los refrescos supera los 25 gr (más de la media de consumo) la cual hace aumentar el control de peso corporal. Sin embargo, el aumento de peso se debe en si a las calorías extras consumidas y no solo a la fructosa como tal.

Los resultados del estudio completo aparecen  en la revista de medicina británica Journal of Nutrition, los autores de estos hallazgos fueron los doctores John L. Sievenpiper, MD, Ph.D., Russel J. de Souza, ScD, RD, y David Jenkins, MD, Ph.D.,  del Hospital St. Michael en Toronto, Ontario, Canadá.

La fructosa es mal vista entre los ingredientes de algunos alimentos procesados pues es conocida como jarabe de maíz de alta fructosa, que no es más que  el 45% de glucosa y el 55% de fructosa, Cabe destacar que en los estudios anteriores, los investigadores se concentraron en sólo fructosa (natural) y no en  el jarabe de maíz de alta fructosa.   

La investigación fue presentada recientemente ante el hecho de una polémica publicación  hecha  por Robert Lustig, MD, y sus colegas, en la revista Nature, en el describen el azúcar como "tóxico".

Robert Lustig y sus colegas argumentan que el azúcar es "tóxica",  puesto que conlleva un "efecto mortal" por medio de la molécula de fructosa de la sacarosa. Pero ello en sus argumentos hablan del consumo en exceso y en general de azucares como tal.


En los estados unidos es fomentado el consumo de frutas y verduras, y el consumo de productos provenientes de estos, sabiendo que las frutas son la tercera fuente de fructosa en su dieta. .

Nuestros estudios y  meta-análisis  controlados de alimentación indican  al uso de la  fructosa como benéfico para el metabolismo, sin efectos secundarios o nocivos.

La publicación de Lustig  fue llamada como "correspondencia" en la edición del 23 de febrero de la revista Nature en la que aparecen comentarios de otros científicos. Algunos de estos comentarios  hechos denominaron al "documento de opinión" de Lustig y colegas como "extremo", "ridículo" y "sensacionalista". También señalaron que el documento contenía simplificaciones que buscaban demonizar  al azúcar en lugar de abordar los complejos factores (como comer en exceso y agregar el estilo de vida sedentario) que se asocia mucho con la obesidad en una manera de que sirva de salud pública.

Algunos  nutricionistas clínicos como  Christiani Jeyakumar Henry, Ph.D., y Viren Ranawana, Ph.D., del Instituto de Singapur, describen que "la contribución de azúcar hacia las enfermedades crónicas es más alta para los países desarrollados que los envía de desarrollo" y que es más probable que el consumo excesivo de hidratos de carbono de alto índice glucémico son los causantes principal de la obesidad y la diabetes.


La fructosa, a diferencia de otros azúcares, baja la glucemia porque se metaboliza de manera diferente.
El error más común que comenten algunas personas es el de llamar a la fructosa = glucosa, puesto que la primera tiene una mejor metabolización que la glucosa y otros azucares. La glucosa y otros azucares se metabolizan de manera diferente que la fructosa.
La fructosa no estimula a la insulina y es característicamente de bajo índice glicémico. Por estas razones, es utilizada a menudo en diferentes aplicaciones de bajo índice glucémico de los alimentos (y principalmente en cantidades similares a lo que hay en la fruta). Su  estabilidad y  dulzura se percibe mejor en comparación con otros azúcares, lo que la hace más favorable y conduce a una menor utilización de azúcar en general.


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